
Este es el retrato del segundo encuentro en la historia de Alisson y Dimitri, y el primero en Bucaramanga. No era de imaginar que un cruce de palabras y un beso efímero que rosaba los labios por los lares de la ciudad costera de Santa Marta, pudiese tejer el inicio de una fuerte conexión y el paso primero a una aventura en Bucaramanga. De este modo Dimitri se atrevió a arribar la ciudad, dispuesto a explorar con la compañía de la señorita, la vida citadina. Entre flores, humanos, ciudades y ruedas, una de éstas procedentes de la bicicleta se desinflò. En tanto esto ocurriò en el dìa que por cualidad tenìa un sol en todo su furor candente, pasos y pasos y màs largas zancadas tuvieron que ser necesarias para conseguir reparar la bicicleta. Movidos por el deseo de querer disfrutar y conocer la ciudad en Bici, se derramaron gotas interminables de sudor casi locutoras de tolerancia ante la caótica ciudad, miradas juguetonas y risas cómplices que ya en la ciudad anterior y en la presente se jugaban la atracción vagamente confesada.